sábado, 12 de diciembre de 2020

Un caso real. Carta del psicópata a su víctima.


Tras no acudir a la cita con el psicópata y sufrir el silencio de éste durante días, la víctima, dolida por la incomprensión y debilitada por la abstinencia, rompe su silencio para explicarle a su verdugo los motivos por los que no acudió al encuentro, entre los que se encontraba las humillaciones y desprecios sufridos en los últimos meses y por su puesto, le acusa de ser un manipulador que juega con sus sentimientos y por su puesto, de no quererla. 

La respuesta de éste no se hace esperar y, a pesar de la sutileza, es devastadora para la víctima.  


Carta del psicópata a su víctima

No soy así por mucho que quieras pensarlo. Sí me sentó mal el plantón, pero más porque no entendí esa actitud, no va conmigo mucho. Pero no me enfadé. De veras, simplemente no quería malos rollos.

Y no soy así en general y ni mucho menos contigo. Persona a la que quiero y de la que tengo unos recuerdos imborrables y que ha sido una parte importante de mi vida. Ni de coña.

De veras voy a intentar ser claro. No me apetece estar de historias todo el rato. De verdad. Quiero más que nunca las cosas fáciles. Y no es que tengan que ser como yo diga, noooo. Simplemente sé lo que no me apetece, sin más. Y entre tú y yo también sé y sabemos lo que no puede ser. 

Me gustas mucho. Y me atraes mucho. Sé de sobra que no podemos tener una relación romántica al uso. Pero sí pasarlo bien juntos de vez en cuando. Encontrarnos. Ver qué tal. Contarnos. Hacer el amor porque lo adoro contigo. Contar con el otro si se necesita. Pero sabiendo en todo momento que de veras tú eres importante para mí, que te quiero. Y basta de no me ha dicho, de qué piensa, de pasa de mi..., no sé, de verdad que no. Sólo relax. Si necesitas o apetece algo de mí, dime tan solo. Igual que hago yo contigo. Dime, ¿cuántas veces me he enfadado yo desde nuestro reencuentro? Cero. Y te estoy diciendo lo mismo que te dije entonces. Cosas fáciles y disfrutar. Yo tengo claro lo que siento y sentiré por ti y lo que puede haber. Sin más. 

De veras no quiero enfados. Mira, muy claro, por eso las mayúsculas: SI ESTO NO TE CONVENCE O NO TE ATRAE O TE ENFADA O TE FRUSTRA O NO TE APETECE, DÍMELO Y YA ESTÁ, no vamos por el mismo camino y ya está. Buen rollo. Hablaríamos de vez en cuando porque insisto en que nunca voy a dejar de sentir lo que siento por ti, pero sabría que no puede ser. Pero no es que te eche culpa ni nada. Que no, que no quiero historias. Pero yo no me estoy enfadando. Eres tú la que lo está, y entonces debes ver si te compensa o no. 

De veras, sin más. Es que quiero las cosas fáciles, sin tensión. Por ejemplo, en verano, fuiste tú la que me dijiste que estabas muy nerviosa y que nos veíamos tras él. Y yo dije: vale, estate tranquila, y es que lo pienso. Luego nos reencontramos y contamos. Sin más. Pero si cambiaste de opinión, que lo haces mucho en plan picos, pues dime y ya está, intentamos vernos.

Pero no guerra e insultos y patatín. De veras, no quiero eso, no me apetece.

Así que de veras, te quiero. Y me encantaría seguir teniéndonos los ratos que podamos y disfrutar juntos. Pero no quiero malos rollos como este. Ni insultos. Ni culpas. No faltar. Jo, que en cada correo siempre va algún insulto hacia mí. Por favor...

Tú me dirás qué quieres y ver si podemos ir de la mano y si no, de veras cariño y amor siempre. De verdad. 

Espero haber sabido explicarme.
Ojalá podamos darnos la mano.

UN BESO

 

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